El Ministerio del Interior lo ha desmentido
Alfredo Arnadón, un hombre de cuarenta y
dos años, ingeniero aeronáutico de profesión, está siendo interrogado
por la policía a causa de unas declaraciones que el propio individuo
hizo en un bar cercano a su domicilio. Al parecer, Arnadón pidió un
pincho grande de tortilla y acto seguido, delante de todo el mundo, dijo
en voz alta que había encontrado un empleo. El propio camarero del
local fue quien tuvo que llamar a la policía ante el escándalo y el
creciente nerviosismo que cundió entre los demás clientes. Al parecer,
varias personas que se encontraban en el bar se estrellaron la cabeza
contra las vitrinas de la barra a causa de la brutal noticia y echaron a
perder varias raciones de patatas bravas. Algunos clientes llegaron
incluso a arrancar la ropa al presunto afortunado, acusándole de tener
branquias o ser un actor de tres al cuarto. Momentos antes de ser
linchado, cinco patrullas de agentes antidisturbios y dos camiones de
bomberos consiguieron sofocar la revuelta y llevarse al sospechoso a la
comisaría.
El interrogatorio se prolonga ya más de
dieciséis horas sin que la policía haya podido averiguar los verdaderos
motivos por los que Arnadón asegura haber encontrado ese trabajo. “Es un
tipo listo”, ha declarado el inspector encargado del caso, “pero la
policía tiene paciencia y unas tenazas muy parecidas a las de los
dentistas”, puntualizó.
El detenido, que insiste en su
afirmación, justifica haber encontrado su empleo por las execrables
condiciones en las que la empresa le ha ofrecido el puesto, aunque los
agentes creen que no son lo suficientemente ignominiosas para que haya
sido contratado. Según parece, Arnadón trabajaría dos horas mensuales,
de cuatro a seis de la mañana, por veintisiete euros brutos, seguridad
social a cargo del trabajador, y derecho a cuatro minutos de vacaciones
no remuneradas en años alternos. La policía sospecha de las ventajosas
condiciones del periodo vacacional y de que no le hayan extraído ningún
órgano importante en el momento del contrato. El ministerio del Interior
podría estar a punto de autorizar, hoy mismo, que se le administre
escopolamina.
Fuente: rockambol