Es posible que no tengas un curriculum perfecto, con la formación ideal para el puesto y años de experiencia laboral
cualificada. En ese caso, puede que el entrevistador se centre en esas
cuestiones a la hora de la entrevista. Lo importante es mantener la
serenidad, ser sincero y aportar las explicaciones necesarias para que
el entrevistador pueda entender el por qué de esos puntos débiles
y, si es posible, hacerle ver los puntos positivos. Exponemos a
continuación algunas preguntas incómodas que pueden surgir en la
entrevista sobre esos puntos negativos y cómo afrontarlas:
- ¿Por qué abandonaste los estudios?: Explica tus razones intentando hacer ver que tu objetivo final era mejorar profesional o económicamente y que los estudios que cursabas no te acercaban a ese objetivo. Intenta hacer ver al entrevistador que la experiencia profesional que conseguiste abandonando esos estudios te capacita más para el puesto al que optas que los conocimientos que podrías haber adquirido.
- ¿A qué se debe este gran lapso de tiempo en el que has estado desempleado?: Los entrevistadores se fijan mucho en los espacios de tiempo en los que no has trabajado y pueden interpretarlo como desidia o falta de ganas de trabajar. Seguro que estuviste haciendo algo en ese tiempo, así que explícalo intentando hacer ver los puntos positivos (si estuviste haciendo algún cursillo que mejorase tu formación, si estabas preparando unas oposiciones para conseguir un empleo estable, si estuviste trabajando sin contrato, si te dedicaste a practicar alguna afición vocacional…)
- ¿Por qué has tenido tantos trabajos diferentes?: A los empleadores no les gustan las personas que van cambiando de trabajo cada quince días. Si hacen el esfuerzo de organizar un proceso de selección es para conseguir un empleado que vaya a quedarse. Intenta explicar las causas de tus despidos (si has trabajado en campos en los que la contratación es sólo por periodos cortos, si los cambios han sido para mejorar profesionalmente…) y pon énfasis en que estás buscando un trabajo estable en el que demostrar tus capacidades.
- ¿Crees que tu formación es suficiente para el puesto?: Explica los conocimientos que posees que crees que pueden capacitarte para cubrir las funciones que buscan, incluso aunque no lo hayas obtenido de forma reglada ni tengas un diploma que los acredite. Muéstrate dispuesto a seguir formándote en los campos que necesite la empresa.
- ¿Crees que tu experiencia es suficiente para el puesto?: Explica las funciones que hayas cumplido en otros trabajos, remunerados o no, que se correspondan con el puesto al que optas. Destaca tu capacidad de aprendizaje, tus ganas de saber y tu entrega y esfuerzo.
- ¿Tu formación no es demasiado alta para este puesto? ¿No crees que podrías optar a algo mejor?: Una formación demasiado elevada también puede hacer que te descarten en algunos trabajos, ya que considerarán que sólo quieres el puesto de manera temporal, hasta que puedas conseguir algo mejor. Explica las razones por las que no estás trabajando en algo acorde a tu formación y como el puesto al que te has presentado cumple todos tus objetivos profesionales actuales.
Lo importante sobre todo es no perder la calma en ningún momento y
ser sincero. La entrevista es tu oportunidad para expresarte, explicar
todas esas dudas y convencer al entrevistador. Piensa que si, después de
ver tu curriculum te han llamado, esos puntos débiles no son tan graves
y están deseando que los convenzas de que eres el candidato ideal.
No intentes mentir, ni en el curriculum ni en la entrevista. Lo más
fácil será que caigas en contradicciones e incluso en el caso en que
consigas engañarles y logres hacerte con el puesto, debes saber que una
mentira en el curriculum es causa de despido procedente.
Artículo original: yobuscotrabajo.com
