Si alguna vez has soñado en tener un club de admiradores que confíe plenamente en ti, que sepan cuáles son tus perspectivas, tus proyectos de futuro, tus acciones, lo que esperas y deseas conseguir; que busquen y encuentren clientes y contactos para ti de forma efectiva y gratuita… puede dejar de ser un sueño porque una red de referidos o networking puede hacer tu fantasía realidad.
¿Y qué es el networking? El propio término puede hacer referencia a un sustantivo, que equivaldría al grupo de gente que conoces; pero también puede referirse a un verbo, que sería hacer un uso inteligente de todas esas personas, compartiendo información y asesoramiento. En ningún caso se trata de sacar provecho de tus contactos para exclusiva ganancia tuya; el egoísmo particular no tiene cabida en el networking. Es justamente al contrario. A través de él, se cultivan relaciones que son beneficiosas recíprocamente para ambas partes, de forma que todos nos ayudamos entre todos a tener éxito. En la medida en que ayudes a los demás, más ganas tendrán los otros de ayudarte a ti. Es una ley simple de la naturaleza humana: recolectas lo que cultivas.
Se trata, en definitivas cuentas, de aumentar tu lista de contactos. Porque el 80% de los negocios se inician a partir de algún amigo, conocido o derivado y, cuanta más gente conozcas, más posibilidades tendrás de triunfar en tu propósito profesional. Aunque, eso sí, el networking también es trabajo (work). Para alcanzar ese éxito tienes que definir tus objetivos y organizarlos por prioridades; debes tener además un plan de acción, esto es, saber dónde contactar con nueva gente, bien a través de foros, de encuentros, de portales de empleo, de las redes sociales como Facebook y Twitter… Asimismo debes marcarte bien el mensaje que vas a transmitir. La idea es reflejar de dónde vienes y a dónde quieres llegar, qué tipo de proyectos quieres emprender y qué ideas llevas en mente. Solo transmitiendo y compartiendo libremente información, podrás ser ayudado por los que te rodean.
En primer lugar, elabora una lista de tus amigos, familiares, hijos, compañeros de trabajo… y escribe lo que sepas acerca de cada uno de ellos. Es bueno que vayas revisando y actualizando estos datos cada semana para que la información no pierda su valor. Hecha la lista, piensa quién de todos comparte tus mismos intereses porque esas personas posiblemente conocerán a otras a las que también tendrás interés de conocer. No solo analices lo que los demás pueden ofrecerte a ti, sino también lo que tú puedes ofrecerles a ellos. La idea es conseguir que estés presente siempre en el pensamiento de tus referidos, de forma que en cuanto se les presente un cliente potencial a tus amigos, éstos inmediatamente hagan el contacto.
Si todavía no los has visto, es cierto que el networking tiene algunos obstáculos que, no obstante, son fáciles de superar:
- El primero es la timidez. Desde pequeños se nos ha dicho que lo de hablar con desconocidos estaba mal, y conocer abiertamente a nuevas personas es un trámite a veces costoso si eres más bien introvertido. Ahora, el networking nos propone romper todas las murallas y relacionarnos con cualquier extraño que pueda compartir afinidades e intereses con nosotros. Por eso, para acabar con la vergüenza, fíjate un objetivo antes de iniciarte en un evento de networking, decide el número de contactos que quieres conocer y el perfil que se ajusta más al tuyo. Finalmente, piensa frases y preguntas para romper el hielo e iniciar conversación.
- Tomar al toro por las astas. Para contactar con la mayor cantidad de gente posible, no basta con que esperes de brazos cruzados a que tus conocidos hablen bien de ti a los demás. Es mucho más fácil hacer un nuevo contacto cuando tú mismo buscas conocer gente y te presentas personalmente. Eso sí, siempre que tengas preparada la presentación porque cada ocasión requiere una forma diferente de presentarse. No te olvides de que tiene que quedar claro quién eres, qué quieres y suscitar preguntar en tu entorno.
- Riesgo de concordancia. A menudo conocemos a personas que no están interesadas en nosotros, que no se identifican con nuestros intereses y nos hacen sentir un cierto rechazo emocional. Sucede a menudo, pero no debes tomártelo como algo personal. Cuando alguien te de la espalda, mantenga el optimismo y busca conversación con el siguiente.
- Malinterpretar las intenciones. También ocurre con frecuencia que el contacto entre dos personas pueda verse más como un flirteo que como un encuentro profesional, especialmente cuando se dan cita un hombre y una mujer. Es un problema que deben afrontar con cuidado especialmente las mujeres, pero a pesar de todo, ellas también necesitan hacer los mismo contactos profesionales y no perder oportunidades. Siempre que te presentes de forma profesional y enfoques la conversación a asuntos comerciales, no privados, no se te malinterpretará.
Esos son básicamente los mayores obstáculos de este fenómeno llamado networking. Fáciles de superar si al otro lado del muro vemos la recompensa que nos espera y las oportunidades que nos brinda a cambio de ello. Las fechas navideñas son un buen periodo para comenzar a establecer nuevos contactos; es una época de grandes relaciones sociales en la que la gente sale de casa y queda para cenar, para charlar o estar en compañía. Tal vez esta Navidad sea la tuya.
Artículo original: buscarempleo.es
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